martes, 10 de abril de 2007

WEBLOGS

Cada día somos más los que nos sumamos a esta "moda" de los diarios personales o bitácoras. Este fenómeno que hace apenas unos años se veía con escepticismo y suspicacia, se ha convertido en todo un emblema de las nuevas generaciones. La libertad que este formato permite a la hora de expresar opiniones y emitir juicios y críticas, facilita la evolución y el acceso a este servicio a todo tipo de personas. Esto se traduce en millones y millones de usuarios que, sentados frente a su ordenador, se convierten en periodistas en potencia. Hoy en día cualquier individuo que desee poner de manifiesto su particular visión de lo que acontece a su alrededor, simplemente creando su propio blog o respondiendo con un post lo publicado en otro ajeno, puede conseguir que sus opiniones dejen huella. Esto no garantiza que la información sea fidedigna ni se ajuste al máximo a la realidad. Puede que este hecho sea uno de los motivos que justifiquen las reticencias de los medios de comunicación tradicionales ante este fenómeno, que en cierto modo temen ser desplazados por esta fórmula de comunicación alternativa. Pero lo que no pueden negar, es que los blogs se han convertido en la principal fuente de información ante sucesos de calado internacional (11M, 11S, la guerra de Irak...), ya que consiguieron llegar donde ningún otro medio de comunicación lo hizo. Y es que a pesar de los intereses que se esconden tras los detractores de los blogs, esto va a más. El incesante crecimiento del fenómeno blog ha sido un tema que han tratado el resto de medios. La 2 de TVE emitió un reportaje que merece ser citado, y que se puede ver en esta entrada.
Podemos afirmar que los blogs se han establecido como una importante herramienta de comunicación y, por lo tanto, de poder para la ciudadanía. Se articulan como enormes megáfonos sociales dándole volumen a una voz que hasta ahora apenas se hacía escuchar. A través de estos diarios on-line, los ciudadanos han adquirido un protagonismo fundamental, e impensable hace sólo unos años, a la hora de construir la realidad social actual: hoy, el pueblo es capaz de contribuir a la edificación de su propia historia.
  • Por Sandra Rovira

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